Un Marido Ejemplar

Hasta ahora soy el marido, pronto el papá de la criatura...y mientras tanto se suceden los días me ha tocado comportarme como un marido ejemplar, limpiar la casa, lavar la ropa, acompañante a cada consulta y sobre todo mucha contención, de esa tan personal que necesita toda mujer embarazada. Cocinar no o casi nada, porque no me gusta demasiado, eso sí, me destaqué siempre por ser muy buen instructor, cosa a la que mi esposa se acostumbró "facilmente".
Sin extenderme más destacaré sólo un detalle de los últimos días, ya la futura mamá contó su experiencia, pero omitió un detalle que yo debo destacar: ¡Mi visita a la matrona!, como acompañante, por supuesto, de mi querida esposa. Resulta ser que, sin lugar a dudas o al parecer, en esos ambientes "matronales", los hombres tenemos poco que hacer, allí sólo servimos para poner la semillita, si, así como lo cuento, la tremenda comadrona de mi mujer ni me miró, mas bien me ignoró. Cosas de mujeres, ¿verdad?, pero bien valió la pena acompañarla, al fin y al cabo, como ya he dicho antes, me comporto como un marido ejemplar.

Eso si, les comunico a todos:
Hay que ir pensando en proponerle al Servicio Andaluz de Salud una nueva modalidad de asistencia, la consulta con el patrón o patrono, mejor dicho, un tipo amigable que pueda acogernos y ayudarnos a los papas a "soportar" a nuestras queridas esposas embarazadas. ¿Qué les parece?